V de Vendetta

Vivir en un pueblo pequeño con cine tiene sus ventajas y es que además de que la entrada te resulta algo más barata, puedes ver una película que ya no está en la cartelera de las grandes salas. Ayer tuve la suerte de poder ver "V de Vendetta" y he de reconocer que la película me gustó mucho.

"La gente no debe temer a sus gobiernos; los gobiernos deben temer a la gente". Esta lapidaria frase, inspirada en Thomas Jefferson, encabeza la película. La historia es la siguiente, V es un luchador enmascarado que se enfrenta en solitario al Estado fascista inglés para clamar venganza y reivindicar la libertad de su pueblo. En el transcurso de su lucha conoce a Evey Hammond (Natalie Portman), una chica cuyos padres fueron asesinados por el actual Gobierno y que finalmente decide ayudarle.

La película es una epopeya de fuego y pólvora contra el armatoste opresor del Estado británico. Tal y como reza una popular estrofa atribuida al referente intelectual de V, Guy Fawkes, un británico católico que el 5 de noviembre de 1605 intentó volar el Parlamento para exigir el fin de las persecuciones religiosas:

Recuerda, recuerda
el cinco de noviembre
el complot y la traición recordarás
Por ninguna razón el complot de la pólvora
Debería olvidarse jamás

V quiere ser el despertador de una población inglesa adormecida y sobretodo atemorizada por un Estado opresor y tiránico. El reflejo del Estado controlador similar al de Orwell en su libro 1984 es realmente acertado, hasta el punto que la película consigue transmitrinos el miedo de la gente a expresarse por temor a las represalias del Estado-paternalista. V es quien se enfrenta a todo esto y les muestra a las personas que deben ser valientes y luchar por sus ideales. La pólvora de Fawkes y de V pone fin a los símbolos del fascismo estatal reencarnado con el objetivo de movilizar a las personas y recordarles que ellas son las auténticas soberanas de su destino. "El pueblo necesita algo más que un edificio. Necesita esperanza", nos recuerda Evey Hammond en la película. La esperanza de que "la equidad, la justicia y la libertad" trasciendan de las meras palabras, las promesas políticas sin fundamento y los derechos nominales nunca respetados para convertirse en "perspectivas" desde las que poder interactuar y convivir.

Si los fascistas británicos han hecho suyo el lema de "Fuerza a través de la unidad, unidad a través de la fe", V contrapone la aliteración que Goethe puso en boca de Fausto: Vi Veri Veniversum Vivus Vici [Por la fuerza de la verdad, mientras viví, conquisté el universo].

La fuerza de la unidad se enfrenta a la fuerza de la verdad. El Estado tiene la necesidad de asentarse en una ficción compartida y unificada, en una mentira difundida a los cuatro vientos. De ahí que Adam Sutler, el dictador fascista, esté obsesionado con que "todo el mundo recuerde por qué nos necesitan". Lo importante no es la verdad, sino su apariencia. Y ante esto la respuesta de V no puede ser otra que la destrucción de los caducos símbolos del Estado británico al ritmo de la Obertura 1812 de Tchaikovsky(esa que el profesor Keating silvaba por los pasillos del infernal Welton). La desgracia de V, creo yo, es que actua sobretodo movido por la venganza(de ahí el nombre de la peli claro), él quiere que esos gobernantes paguen por lo que le hicieron y así le dice en un momento de la película a Evey :"lo que me hicieron fue monstruoso" a lo que ella le responde :" y crearon un monstruo". Puede que estemos una vez más ante la bella que salva a la bestia de su propio infierno de odio y rencor. Así al final vemos como la fuerza de los ideales vence a todas las balas del Estado y el propio V nos dice: "Debajo de esta máscara hay algo más que carne. Debajo de esta máscara hay una idea", pero también vemos que no hay libertad sin sacrificio, sin dolor y sin renuncia; o como dijo alguien "ningún camino fácil te conducirá a algo que merezca la pena", está claro que la libertad se debe conquistar y que a veces se necesitan líderes que despierten a un mundo de sordos. Al final Evey nos cuenta que V era "Edmond Dantes. Y mi padre. Y mi madre. Y mi hermano. Y mi amigo. Eras tú, y yo. Era todos nosotros".

Sólo me queda deciros que si tenéis oportunidad de ver esta película no la dejéis escapar porque vale la pena, y termino como decía el padre de Evey Hammond: "Los artistas emplean las mentiras para contar la verdad; los políticos las utilizan para ocultarla".